EL
CHULLANCHAQUI
En
una boscosa quebrada,
por
un riachuelo surcada,
Meditaba
pensativa y cansada,
cuando
por el sueño fui arrullada.
Del
riachuelo una sombra desveló,
medio cabra,
medio hombre se reveló:
en
vez de dos pies, uno mostraba,
y
de su mentón una barba colgaba.
Entre
los troncos y ramas escondido,
Tocó
dulcemente su dulce melodía;
que
el corazón hacía sentir que dolía,
pues
de dolor venía aquel silbido.
Los
insectos y animales se juntaron alrededor
para
aplaudir y disfrutar del mágico clamor.
de
pronto del sueño desperté,
y
a nuestra vida de quebrada retomé;
Pero
en ocultas quebradas aún puedo escuchar
las
hermosas melodías junto con las aves al silbar
me
siento observada y vigilada
ya
no hay miedo en mi mirada
Esperanza
y consuelo cuando se siente
de
la selva muy adentro presiente
con
la mirada cansada
por
la selva arrullada.
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